Muchas habréis oído de la importancia durante el embarazo de una dieta equilibrada, una buena hidratación, de los beneficios de hablar al bebé, de ponerle música y contestar a sus movimientos... Pero podemos hacer aún más por ese pequeño y por nosotras.
A medida que pasan las semanas es más fácil que aparezcan sobrecargas en la espalda y molestias en el sacro, pubis, barriga... y hay una bonita forma de aliviarlas, ACUNAR A NUESTRO BEBÉ.
El movimiento suave y controlado de nuestra pelvis, libera infinidad de tensiones y facilita la adaptación a los cambios que se están produciendo en nuestro cuerpo. Además, si esto se hace en ambiente relajado, con movimientos rítmicos y lentos, respirando con calma, pensando en nuestro bebé, hablándole, estaremos consiguiendo MECERLE mientras alcanzamos nuestro BIENESTAR.
Familiarizarse con este tipo de ejercicios y relacionarlos con sensaciones agradables de relajación, de alivio del dolor, de amor, pueden marcar una gran diferencia durante la dilatación el día del parto. Si el papá desea participar existen muchas variantes en las que además de mecer al bebé, él realiza maniobras para aliviar a la mamá.
Vuestra pareja o acompañante será entonces una gran ayuda para traer al mundo al bebé, lo que sin duda enriquecerá la relación y a la nueva familia.
Las posiciones en las que trabajamos en la PREPARACIÓN FÍSICA AL PARTO son muy diferentes en función de la zona que queremos descargar, de la comodidad de la mamá y de las necesidades que se puedan presentar en cada parto.
El objetivo, es para todos el mismo, que todo salga bien.
Gracias María por introducirnos a las mamás en este mundo tan interesante y tan NECESARIO. Esta especialidad profesional debería formar parte de los protocolos de preparación al parto e informarnos de ella ya en la primera consulta al ginecólogo.
ResponderEliminar